Tan románticos como un beso pero más duraderos, los diamantes se adaptan a los nuevos timpos.
El negro y el oro forman una pareja infalible para las fashionistas que saben reconocer el alma de la elegancia.
No es una leyenda, es una realidad; una nueva era de oro cubre nuestras joyas.
La oscuridad no está reñida con la "haute joaillerie",lo contrario, el negro es la nueva tentacion.
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